Hallan cabeza del joven dios del maíz en Chiapas
Arqueólogos encontraron una representación del joven dios del maíz maya en la zona arqueológica de Palenque, en Chiapas. Esta pieza cuenta con más de mil 300 años de antigüedad.
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron la representación del joven dios del maíz maya durante los trabajos de conservación, en un pasillo de El Palacio, en Palenque, Chiapas.
De acuerdo con los expertos, esta pieza con más de mil 300 años de antigüedad, mide 45 centímetros de largo, 16 centímetros de ancho y 22 centímetros de alto. Se trata de un hombre joven con una acentuada deformación craneal y sin ningún rasgo animal; además, es idéntica a las mazorcas y sus largos cabellos se asemejan con los del elote.
“La escultura, que debió ser modelada alrededor de un soporte de piedra caliza, tiene características gráciles: el mentón es afilado, pronunciado y partido; los labios son finos y se proyectan hacia afuera; el inferior, ligeramente hacia abajo, y muestran los incisivos superiores.
“Los pómulos son finos y redondeados; los ojos alargados y delgados. De la frente amplia, larga, aplanada y de forma rectangular, nace una nariz ancha y pronunciada”, detallaron los arqueólogos Carlos Varela Scherrer y Wenceslao Urbina Cruz, jefes de campo.
Pasaje místico
Los expertos del INAH afirman que, por el tipo cerámico del plato trípoide que acompañaba a la cabeza del joven dios del maíz tonsurado, la pieza arqueológica ha sido fechada hacia el periodo Clásico Tardío (años 700-850).
“El descubrimiento del depósito nos permite empezar a conocer cómo los antiguos mayas de Palenque revivían, de manera constante, el pasaje místico sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de la deidad del maíz”, explicó Arnoldo González Cruz, investigador del Centro INAH Chiapas.
La creación de los hombres
Los mayas consideraban que el maíz era una planta vital. El Popol Vuh narra que fue con lodo, madera y masa como se creó al hombre; sin embargo, tras varios intentos, solo sobrevivieron los que se fabricaron con masa de maíz porque tuvieron las facultades de sostener y venerar a los dioses, agradecerles su creación y mostrarse dispuestos a servirlos en sus peticiones.
El libro sagrado de los mayas también apunta que fue con el maíz blanco con el que moldearon la figura humana; mientras que, con el maíz rojo, hicieron su sangre.
“A continuación entraron en pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre. De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados”, describe un fragmento tomado del Popol Vuh.
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