¡La baguette ya es patrimonio cultural inmaterial de la Unesco!
Además de reconocer la importancia de la baguette en la sociedad, la Unesco también estableció medidas para salvaguardar esta popular barra de pan francesa.
La cocina francesa está de fiesta. Ayer, la Unesco declaró a la baguette como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, con la finalidad de reconocer el quehacer de los panaderos artesanos y la importancia cultural de esta barra de pan dentro de la sociedad.
La directora general de la Unesco, Audrey Azouley, dijo a la agencia EFE que “al registrar el saber hacer y la cultura de la baguette en el patrimonio cultural inmaterial, la Unesco destaca que una práctica alimentaria puede constituir un patrimonio por derecho propio, lo que nos ayuda a ser parte de la sociedad”.
Además, esta distinción celebra toda una cultura «un ritual diario, un elemento estructurante de la comida, un sinónimo de compartir y de convivencia”.
La experta afirmó que el registro de este alimento también va acompañado de medidas de salvaguardia concretas que Francia y los profesionales en la materia se comprometen a aplicar.
El 26 de marzo de 2021, Culinaria Mexicana informó que la ministra de Cultura de Francia, Roselyne Bachelot-Narquin, anunció la candidatura del “saber hacer y la cultura del pan baguette” para incluirse en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Sin embargo, fue hasta más de un año después cuando esta propuesta se hizo realidad.
El más popular de Francia
De acuerdo con la página oficial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la Baguette es el tipo de pan más popular, disfrutado y consumido de Francia durante el año.
A diferencia de otros panes, afirma, la baguette se elabora con sólo cuatro ingredientes: harina, agua, sal y levadura y/o levadura, de los que cada panadero obtiene un producto único.
Asimismo, las baguettes requieren conocimientos y técnicas específicas (…) también generan modos de consumo y prácticas sociales que los diferencian de otros tipos de pan, como visitas diarias a las panaderías para comprar los panes y expositores específicos.
Otro dato destacado por la Unesco es que el proceso de aprendizaje de este pan “permite a los futuros panaderos adquirir conocimientos necesarios sobre los ingredientes, las herramientas y el proceso.
Con esta distinción y salvaguarda, la baguette se suma a otros alimentos y cocinas que de igual manera están protegidos por esta organización. Entre ellas, La cocina mexicana: Una cultura comunitaria, ancestral y viva y el paradigma de Michoacán, inscrita en noviembre de 2010 a esta lista.
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