El frijol en México y sus variedades
En México y el mundo, el frijol constituye una parte importante en la dieta de las personas gracias a su alto aporte de proteínas y minerales.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el frijol se originó y domesticó en América Latina con dos sitios geográficos: Mesoamérica y los Andes. Asimismo, hallazgos confirman que el frijol era cultivado en hace 8,000 años, y que fue uno de los principales productos en estar en la dieta del México antiguo.
Los frijoles pertenecen a la familia de las leguminosas y en el mundo se conocen alrededor de 150 especies de frijol. De estos, 70 se encuentran en México con una gran variedad de tamaños y colores.
Como sabemos, el frijol es un elemento fundamental en la mesa de los mexicanos. Se encuentran en la mayoría de los antojitos mexicanos como sopes, panuchos y tlacoyos, y en platillos como enfrijoladas y molletes. También, son el ingrediente básico de los clásicos de distintas regiones del país como los frijoles puercos y los charros.
El frijol mexicano
En México, se aprovechan todas las partes del frijol: flores, semillas y vainas (ejote) ya sean tiernas o maduras. Incluso, en algunas zonas de México, las semillas son molidas para utilizarse como ingredientes en la preparación de distintos platillos como los tamales.
La producción nacional de frijol es de un millón 150 mil toneladas dentro de los cuales destacan los negros, pinto, flores de mayo y junio, azufrados y bayos.
Además, desde el 2020, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) generó distintas variedades. El Negro Tacana, Flor de Mayo Eugenia, Junio León, Azufrado Higuera y Pinto Saltillo son algunos ejemplos. Esto se logró gracias a innovaciones tecnológicas en métodos de siembra y prácticas de conservación de suelo y agua.
De todos los colores y tamaños
Podemos encontrar distintas variedades de frijol en todas las regiones agrícolas del país, por ello han sido agrupados de acuerdo con su color en: negros, amarillos, blancos, morados, bayos, pintos y moteados.
Por otro lado, las variedades más consumidas son azufrado, mayocoba, negro, flor de mayo y flor de junio. Por consiguiente, está el garbancillo, manzano, negro San Luis, negro Querétaro y pinto.
El Dr. Acosta Gallegos, investigador en mejoramiento genético del INIFAP, dio a conocer que el frijol negro de tipo opaco, está adaptado a las regiones tropicales; el negro brillante se produce en el altiplano central y semiárido; el frijol Ayocote se produce en el centro del país y es de grano grande; el Tepari de grano blano, es una especie del desierto y se consume y produce en Sinaloa y Sonora; y el frijjol Gordo, en la sierra norte de Puebla, Oaxaca y Chiapas en presentaciones de color bayo, negro y rosado.
Estos son algunos ejemplos de los tantos que se tienen en el país. Trabajos de investigación han logrado registrar más variedades en diversas partes de México, lo cual representa nuevas alternativas para el consumo de proteína vegetal a bajo costo.
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