4 pasos para lograr una alimentación sostenible
El planeta está sufriendo y es necesario transformar nuestra forma de comer para asegurar que las nuevas generaciones tengan acceso a los recursos naturales. Si comenzamos a crear hábitos conscientes podemos ayudar a atenuar el problema. Te compartimos algunas ideas para adentrarte a la alimentación sostenible y saludable.
Por Anaid Fabián
¿Qué es la alimentación sostenible?
La alimentación sostenible es más significativa y fácil de aplicar de lo que parece. Esta alternativa busca reducir el impacto que la producción, distribución y consumo de alimentos causa al medio ambiente.
Se basa en el consumo de frutas y verduras, legumbres, semillas y cereales que se produzcan y vendan localmente por temporada con el fin de aminorar la huella ecológica. Además, reducir el consumo de alimentos ultra procesados y de origen animal, con el objetivo de cuidar nuestra salud y a nuestro planeta.
Ser consciente es un trabajo diario
Te decimos ahora cuatro pasos para lograr una alimentación sostenible y en favor de la salud del planeta (y de la tuya):
- Consume más frutas y verduras
Prefiere más frutas, verduras y leguminosas antes que proteína animal en tus comidas. La dieta mediterránea -considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco– es un buen ejemplo de alimentación sostenible.
- Elige lo fresco y de temporada
Sabemos que los alimentos congelados o pre-cocidos son opciones rápidas y sencillas para preparar, pero contienen azúcares y aditivos alimentarios que dañan la salud. Por eso, los ingredientes frescos y de temporada son la mejor opción.
- Reduce el consumo de alimentos de origen animal
No es necesario que los elimines por completo, pero reducir su consumo puede ayudarte a prevenir enfermedades como diabetes e hipertensión.
- Compra en negocios locales a precios justos
Compra tu comida en la tiendita de la esquina, en el tianguis o directo con el productor. Evita las grandes empresas y las compras inconscientes. Así, además de apoyar a la economía local, no contribuyes al desperdicio de alimentos.
La alimentación sostenible crea conciencia de nuestros hábitos, las personas que producen los alimentos y todo lo que se requiere para que estos lleguen a nuestra mesa. De igual forma, nos recuerda por qué el gusto de comer y la responsabilidad de las decisiones diarias.
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