Ángel Vázquez
En diciembre se cumplirán doce años desde que el restaurante Intro abrió por primera vez sus puertas para el deleite de los comensales poblanos. Con una carta donde conviven platillos originarios de diversas cocinas alrededor del mundo -todos ellos reflejo de las experiencias y aprendizajes de su chef y propietario Angel Vázquez- ha buscado desde su comienzo, darle a los residentes y visitantes de la capital de Puebla, la oportunidad de disfrutar opciones diferentes a la clásica cocina barroca de la zona.
Además del restaurante, Ángel ha logrado catapultar la cocina poblana más allá de las fronteras, llevando sus platillos a mesas tan influyentes como la del Vaticano en la Navidad Mexicana del 2011, en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid en el 2013 o en la Exposición Internacional de Milán (Exposición Universal) en el 2015.
Por sus manos han desfilado infinidad de ingredientes para la preparación de banquetes, canapés y cenas donde mandatarios, embajadores y otros destacados personajes de la política, las artes y la cultura de todo el mundo, han podido disfrutar de la tradicional Cocina Mexicana.
Sus comienzos
Su formación profesional comenzó en el Instituto Culinario de México (ICUM), donde estudió la carrera de gastronomía, para después trasladarse a Francia y continuar capacitándose en la Ecole Lenôtre y Ecole Ferrandi. Con el fin de especializar sus conocimientos realizo prácticas y trabajos en Barcelona y Nueva York.
Sin embargo, su pasión culinaria viene de mucho más atrás. En su infancia, Ángel tuvo una gran cercanía con la cocina gracias a su abuelo, quién abrió como hobbie un local de antojitos tradicionales poblanos, el cual atendía a partir de las 7 de la tarde -hora en que llegaba de trabajar- hasta las 10 de la noche –cuando regresaba a su casa a disfrutar de la convivencia familiar.
Intro
A su regreso de Nueva York, se asoció con un colega oriundo de dicha ciudad, para formar un restaurante pequeño en el que pudieran experimentar y ganar un poco de dinero. “Al comienzo era un lugar pequeñito, que tenía un horario de 7 de la tarde a media noche, para el cual realizamos una inversión bastante modesta” confiesa Ángel.
Jamás imaginó que este proyecto, al cual le daba por mucho seis meses de vida, se convirtiera en la catapulta perfecta para su carrera. Logrando sobrevivir en el complicado mundo de la restaurantería casi 12 años y convirtiéndose en cuna de otros proyectos igualmente exitosos.
En un principio, la carta de Intro estaba dividida por países, lo cual limitaba sus impulsos creativos, que no parecían poder se contenidos en sus especiales semanales. Todos los platillos eran de tamaño pequeño y tenían un costo de 50 pesos, todos ellos pensados para compartir. Sin embargo; no pudo sostener por mucho tiempo los precios y decidió balancearlos con la calidad, aumentando el tamaño de las porciones, pero conservando la utilización de productos locales o nacionales – por lo menos la mayoría de ellos-.
“El cambio es lo que nos permite seguir vigentes después de doce años” nos comentó el chef Vázquez, refiriéndose a todas las transformaciones que el restaurante ha atravesado a lo largo de su historia; la carta dejó de estar segmentada por países para centrarse en estilos de cocina; los especiales siguen un flujo creativo donde regresan viejos conocidos de la carta que se fueron y mejoraron, o llegan nuevos descubrimientos que se vuelven favoritos; el diseño interior juega con colores, materiales y tendencias, para crear un espacio amable y acogedor.
Lo que sigue
Pero las ganas y la creatividad no se detienen, y esas características son un imán para los negocios, por lo que Ángel ha encontrado en otros personajes que gozan de estas mismas características, un eco emprendedor que ha hecho posible la proyección de dos nuevos espacios culinarios muy peculiares.
Por un lado está Augurio, especializado en cocina poblana, pero de matices contemporáneos. Por el otro encontramos a Salomé, la hermana irreverente que ofrece antojitos poblanos, elaborados a base de mariscos, que incluye en su propuesta más de 80 mezcales y con una decoración más actual, ostentando imágenes de mujeres pin up y arte urbano en sus paredes.
Con este pequeño vistazo, podemos ser testigos de la versatilidad con que guía su trabajo este profesional de la cocina, de como se mantiene en constante movimiento y la manera en que disfruta de su labor diaria, compartiendo sus conocimientos y experiencias a través de sus platillos.
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