Cocina Mexicana Fácil, ahora ya no hay razón para que no lo intentes
Del norte al sur y del oriente al occidente, la Cocina Mexicana ha logrado enamorar a quienes han tenido la suerte de conocerla; pues han sido abrazados por los chispazos de mestizaje que en cada bocado les recuerdan vívidamente los sabores propios, pero al mismo tiempo han sido sorprendidos por esas texturas, técnicas e ingredientes tan ajenos a su cultura, y que dan un sustento milenario a la mayoría de los platillos de nuestro país.
Esta pasión se ha visto reflejada en la creciente atención que el mundo tiene con México, pues si su cocina ya era bastante reconocida antes del nombramiento de Patrimonio Inmaterial otorgado por la UNESCO en el 2010, a partir de ese acontecimiento no han parado de buscar e incorporar este crisol culinario a su vida diaria.
James Oseland, editor de la revista Savour, comparte este mismo entusiasmo por las delicias mexicanas y las plasma en el libro Cocina Mexicana Fácil. Congruentes con los lineamientos que la afamada publicación tiene desde 1994, año en que se fundó, el autor y su equipo eligieron un compendio de recetas, desde las más sencillas hasta algunas más complejas, para invitar a los amantes de nuestra cocina a preparar los platillos que podríamos clasificar como icónicos para el turista. Estas preparaciones provienen de diferentes espacios, abarcando desde los coloridos puestos de la calle hasta restaurantes, todos ellos acompañados de enigmáticos personajes que dan rostro y alma a cada uno de los platillos.
Cuando se habla de comida para turistas muchas veces contiene una connotación de rechazo, pues a todos nos ha tocado consumir o presenciar, ya sea en nuestro propio país o en el extranjero, este conjunto de alimentos tradicionales de mala calidad, sin contexto cultural y aun precio muy elevado. En Cocina Fácil Mexicana este concepto se transforma, mostrándonos una serie de platillos sencillos que rodean a los visitantes cuando vienen a nuestro país, y de los cuales han quedado prendados, pero sin tener que ser los menos importantes ni los de una calidad inferior, sino siendo conscientes del significado que ocupan en la memoria del comensal.
Buscando una identificación sensorial más fácil de comprender a un público universal, no profundizan en lo barroco de nuestra gastronomía pero ofrecen una bienvenida amable, pues permiten replicar las preparaciones a los que desean mostrarle a sus amigos las maravillas que probaron en sus experiencias culinarias por México, o como un primer acercamiento para una futura especialización.
Así que ya no hay pretextos para no intentar ejecutar algunos de los platillos más representativos de nuestra culinaria, pues ya seas de otro país o de origen nacional, este libro te ayudará a emprender los primeros pasos dentro de la Cocina Mexicana, y lo demás corre por tu cuenta.
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