Cinco mitos sobre el huevo que necesitas dejar atrás
No permitas que estos mitos te impidan de disfrutar el huevo, uno de los alimentos más completos y versátiles que existen.
A lo largo del tiempo, el huevo ha formado parte de nuestra alimentación en distintas presentaciones, ya sea para brindar energía a la hora del desayuno, hornear un pastel, o disfrutarlo por sí solo en varias presentaciones.
Este alimento se forma en el sistema reproductivo de la gallina, donde desarrolla los elementos que componen al huevo: la clara, rica en proteínas; la yema, que contiene vitaminas y grasas saludables; y la cáscara, una barrera natural para proteger los nutrientes.
Sin embargo, muchas personas aún dudan sobre su valor nutricional, el impacto que tiene en nuestro organismo e, incluso, sobre su color. Por ello, y con motivo de celebrar el Día Mundial del Huevo, desmentimos cinco mitos acerca de este versátil y conocido alimento.
Comer huevo aumenta el colesterol
El Instituto Latinoamericano del Huevo comparte que en la década de los 70’s se determinó que el colesterol elevado en sangre era un factor de riesgo para contraer enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, las recomendaciones alimentarias estaban dirigidas a evitar a toda costa alimentos que contuvieran colesterol.
Sin embargo, estudios han demostrado que consumir huevo no altera los niveles de colesterol en la sangre, sino las grasas saturadas y las grasas trans. De hecho, entre las propiedades nutritivas del huevo destacan las grasas insaturadas, las cuales son beneficiosas para la salud.
El color del huevo indica cuál es mejor
Otro mito alrededor del huevo es que las personas creen que los huevos de color café son más nutritivos que los blancos.
La realidad es que nutricionalmente contienen las mismas características, la diferencia de color en la cáscara del huevo se debe a la raza de la gallina. Es decir, las gallinas de razas marrones, pondrán huevos de ese color, mientras que las gallinas blancas, huevos con cáscara blanca.
El valor nutricional, la composición, el sabor y los usos culinarios de un huevo no tiene relación con el color de su cáscara.
Es más saludable consumir únicamente las claras
Las claras del huevo contienen un alto nivel de proteína, no obstante, la yema contiene la mayoría de las vitaminas y minerales. Una de ellas es la colina, la cual se encarga de transportar lípidos por el hígado, permite la integridad y el mantenimiento de funciones celulares, etcétera.
Además, la combinación de clara y yema ofrece un perfil completo de aminoácidos y nutrientes, por lo que comer exclusivamente las claras podría limitar los beneficios al organismo.
El huevo crudo es bueno para el organismo
Asimismo, existe la errónea creencia de que el huevo crudo es más nutritivo, lo vemos incluso en series y películas que retratan esto como una práctica benéfica para la salud, sobre todo cuando se hace ejercicio.
Lo cierto es que las propiedades del huevo cocido no son diferentes a las de un huevo crudo, su contenido proteico es el mismo. De hecho, gracias a la cocción de este producto, se facilita la digestión de dichas proteínas y libera con mayor facilidad las vitaminas y minerales.
Por otro lado, el consumo de un huevo cocido siempre será más seguro porque el calor elimina ciertos microorganismos.
El huevo sólo tiene proteínas
Por último, uno de los mayores mitos sobre el huevo y sus propiedades es el limitante de nutrientes que se cree que éste posee. Es cierto que el huevo no tiene hidratos de carbono y su nivel de proteínas es alto, pero el huevo es mucho más que eso.
En la yema de huevo se encuentran grasas insaturadas, vitaminas A, D, E, B1, B2, hierro, potasio y fósforo. La clara, en cambio, está compuesta de agua y proteínas, por ello se cree erróneamente que es más saludable consumir solo las claras, cuando para aprovechar todos los beneficios se necesita de una ingesta entera de este producto.
El huevo ha sido parte fundamental de nuestra alimentación, y, a pesar de los mitos que hay alrededor de éste, es reconocido por ser un producto económico y versátil. Este Día Mundial del Huevo, recordamos la importancia de reconocer su valor y disfrutarlo sin prejuicios.
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