Organiza Nudo Negro taller de noodles
El restaurante Nudo Negro realizó un taller interactivo para demostrar a los asistentes cómo se elaboran las pastas asiáticas que se ofrecen dentro de la carta.
Los invitados, armados de recetario y mandil, entraron hasta la cocina de este conocido restaurante ubicado en la colonia Roma, donde de la mano del chef Salvado Orozco, socio del grupo Bull & Tank y sus cocineros, comenzaron las preparaciones.
Los tres tipos de noodles a elaborar fueron Ramen, Espirulina y Biang Biang, los cuales, según explicaron, las versiones más básicas se remontan a China como la primera cultura en elaborar pastas. Los fideos han representado un alimento indispensable en la dieta desde tiempos remotos y hoy en día siguen siendo el platillo predilecto de millones de personas.
La palabra ramen, proviene de los caracteres chinos correspondientes a “ra” que significa estirar y “men” fideo, haciendo referencia a la manera artesanal en que se elaboran dichos noodles.
En el taller, se preparó la masa a mano, la cual se caracteriza por la adición de huevo y vinagre, a diferencia de otras pastas. Después de integrar los ingredientes, amarasaron las mezcla, la dejaron reposar y estiraron hasta lograr un grosor de 2 milímetros, para después pasar por un cortador de fideos.
La receta de la segunda pasta se caracteriza porque se le añade polvo de alga espirulina, reconocida por sus importantes aportes nutricionales, así como beneficios a la salud. El procedimiento fue el mismo que con la preparación anterior y, después de cocinarlos en agua en ebullición de 3 a 4 minutos, los terminaron con una salsa receta de la casa, ensalada de quelites para aportar frescura y un toque de pastel de pescado.
Para terminar, se confeccionó la pasta más artesanal, youpo chemian, también conocida como Biang Biang, originaria de la provincia china de Shaanxi. Su peculiaridad comienza desde la masa, que se compone únicamente de harina, sal y agua tibia para después ser manipulada con fuerza sobre la mesa de trabajo hasta que resulte en un amasijo homogéneo y terso.
Ésta se extendió con ayuda de un rodillo hasta lograr un rectángulo de cinco por diez centímetros.
Después de al menos 30 minutos de reposo, inicia el estiramiento, el cual requiere práctica y maestría. La preparación final resultó en un Biang Biang revolcado en una suculenta salsa de chiles, con apio, jícama y camarones salteados con destreza en los woks de Nudo Negro.
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