Para estos días de frío, un rico atole calientito
Te contamos la historia del atole, una icónica bebida mexicana que nos acompaña desde tiempos ancestrales.
Los mexicanos nos quitamos el frío con un atole calientito, una bebida que ha estado con nosotros desde la época prehispánica. En ese periodo se conocía al atole como un alimento, no una como bebida, y su significado comenzó a variar de acuerdo con el contexto de elaboración y su consumo.
El atole en la gastronomía mexicana
La historia del atole en nuestra gastronomía remonta a 10 mil años atrás, con las primeras cosechas del maíz en la época prehispánica. En ese entonces se le llamaba “atolli”, cuyo significado es aguado.
El conquistador Hernán Cortés narra acerca del descubrimiento del atole en sus famosas Cartas de Relación. En ellas expuso que los nativos bebían una bebida espesa preparada con maíz, agua, miel y chiles.
Por su parte, Fray Bernardino de Sahagún narra que “atolli” tiene dos raíces “atl” que significa agua y “toloa” que significa comer.
Se dice que su historia comenzó con la domesticación del maíz y la aplicación de la técnica de nixtamalización, la cual permite que el grano se transforme en masa para empezar a generar atoles.
Fueron los españoles quienes comenzaron a cocinar el atole con leche, ya que no les gustaba mucho el atolli de los aztecas. Originalmente se hacía con base en agua y no necesariamente era dulce. Poco a poco el atole comenzó a prepararse a base de harina de arroz o maicena y, actualmente, es muy popular el atole que se combina con piloncillo, o bien, con leche y azúcar.
¿Atole o champurrado?
El atole y el champurrado son las bebidas a elegir en esta temporada de frío, ambas nos brindan una deliciosa preparación para acompañar nuestro desayuno o cena. A simple vista y por su sabor parecen un tanto iguales, por lo que es fácil confundirlos. Sin embargo, sus preparaciones son la clave para saber en qué se diferencian.
Como se mencionó anteriormente, el atole tiene como base en su preparación el maíz. Y aunque el champurrado también tiene como base el maíz, esta bebida era elaborada con granos de cacao, ya que en la época prehispánica no era conocida el azúcar para endulzar preparaciones.
Es decir, cuando a la masa de maíz se le agrega chocolate, entonces se convierte en champurrado.
Diferentes tipos de atole
Existe una inmensa variedad de atoles en nuestro país, muchos de ellos característicos por el Estado de donde provienen. Incluso, en algunos estados como en Chiapas, se le conoce como “atol”.
Tenemos los atoles que no son dulces sino agrios, salados o picantes. Estos son más parecidos a un guiso que a una bebida líquida; los más conocidos son los chileatoles que son preparados con diferentes chiles, verduras y carnes.
Existen también los atoles medicinales, ceremoniales y rituales. El más conocido es el atole de sagú, cuya base es de ajonjolí y yuca. Los indígenas totonacas lo preparan para ayudar a la mujer a amamantar.
Hay atoles que no son preparados a base de maíz sino de otros granos como el arroz, avena, amaranto, elote o cebada. Estos se combinan con diferentes ingredientes y frutas para crear una infinidad de sabores.
También hay varios que utilizan ingredientes como la masa de nixtamal fermentada, semillas de chía, amaranto rojo, miel y maíz tostado hervido con chile.
En la Ciudad de México la diversidad de atoles que tenemos es increíble. Podemos encontrar en cada esquina de la ciudad atoles de sabores diferentes: de fresa, nuez, guayaba, cajeta, entre otros. Además, en la periferia de la ciudad hay pueblos y comunidades rurales donde podemos encontrar atoles de miel de abeja, amaranto, zarzamora y pinole.
Al momento de preparar un atole, no existen límites para la creatividad. Te invitamos a disfrutar esta bebida de origen prehispánico.
Share this content: