Pastelería La Ideal: 90 años de hacer pan

Desde 1927, Pastelería La Ideal ha conquistado paladares al ofrecer a sus clientes la mejor calidad en panes, galletas, gelatinas y hasta bocadillos. Poco a poco han ido venciendo los obstáculos que se les presentan, cumpliendo este año 93 en el mercado.

Por Gaby Vázquez

Si cuando recorres por las mañanas las calles de la Ciudad de México, decenas de puestos ambulantes que venden café, tamales y sándwiches tienen unas cajas cuadradas con un hermoso y antiguo diseño azul y blanco, significa que el pan que ofrecen es de La Ideal. Tradicional panadería en el centro de la ciudad donde diariamente acuden estos revendedores a surtirse para complacer a oficinistas, estudiantes, y cualquier despistado sin desayunar.

Platicamos con María José Fernández, quien trabaja en la pastelería a cargo de cosas de producción, logística, controles de calidad, entre otras áreas. María pertenece a la cuarta generación de la familia Fernández, dueños y encargados de la pastelería.

Una sabrosa historia

Ideal Bakery era el nombre original de la panadería de 1927, fundada por Adolfo Fernández. Comenzó como un expendio de pan en el que los clientes consumían el pan y las galletas que ofrecían. En el Centro Histórico de la Ciudad de México se apreciaba un pequeño local con un aroma encantador. Sobre la calle 16 de septiembre continúa la casa matriz de la panadería. Hoy, tienen 2 sucursales además de la matriz; una está en República de Uruguay y la otra en el Estado de México, en Valle de Aragón.

“Es mucho orgullo, pero es el trabajo de todos los días, de todos los puestos, de todos los empleados, de toda la gente que hace la producción, de todos los que están al pendiente. Son muchos detalles por cuidar”.

Generaciones de triunfadores

Adolfo Fernández trasmitía en sus productos el amor a la panadería, también logró compartirlo con su hijo, Adolfo, quien se lo compartió a sus tres hijos. Cada vez más familia se involucra en el negocio, como en la siguiente generación a la que pertenece María José junto con sus primos. Cada uno ha logrado hacer méritos durante sus respectivas direcciones, lo que sí está claro, es que todos han amado la profesión y el legado que Don Adolfo les dejó.

“Es empresa familiar y todos los que se han estado en ese puesto de dueños, le ponen más, les dan más importancia a muchas cosas que si fuera un empleado más a cargo de algunas responsabilidades. Es toda la historia que tiene atrás y pues todo el trabajo de las personas que vinieron antes, cuidarlo y mantenerlo”.

Las cajas más icónicas de la ciudad

En donde haya un puesto de café mañanero, casi siempre hay cajas grandes blanquiazules con pan del día. El pan de La Ideal es el pan que a la gente le gusta, puede influir que los vendedores ofrezcan ese pan para que el cliente decida comprar ahí o no. Desayunar o almorzar un pan bien hecho, que sabe rico, que te trae recuerdos y que además es accesible, es lo que todos buscamos cuando salimos a trabajar.

“Yo creo que es la combinación de varias cosas, desde la calidad que se ha mantenido, es un buen tamaño que para los mexicanos les gusta que esté bien servido el pan y pues tiene un buen precio de venta”, dice María José.

Infinita variedad

Quienes amamos el pan, no nos cansamos de admirarlo y probar todas sus versiones. De una sola masa, se pueden obtener decenas de variedades y eso lo saben bien los más de 100 panaderos que hornean diariamente en los tres turnos de la panadería. Con más de 300 tipos de pan, han convencido a fieles clientes y a renuentes amantes del pan, que es una de las mejores opciones si queremos algo un poco calórico como antojo. “A la gente le encanta y como cliente si es bueno entrar a un lugar y que tengan de donde escoger, siempre te gusta tener opciones”, asegura Fernández.

Pero, más allá de la variedad del pan —que ya es mucha— entrar a cualquiera de las sucursales es una experiencia culinaria. Cuando te dejas envolver por el ambiente retro de la pastelería, comienzas a verla con otros ojos y aprecias cada producto que venden. No basta con llenar las mesas con pan como conchas, cuernos o panqués, también se encuentran al máximo surtido los anaqueles con galletas, gelatinas, pasteles y bocadillos.

Todo sigue igual

El pan se sigue haciendo de manera artesanal, es una ardua labor que los clientes festejamos. De acuerdo con María José, “no es nada industrial, el personal que te atiende también, toda la producción es hecha por personas, la verdad es que si se ha logrado mantener”. A pesar de la cantidad de producción que diariamente sacan, han mantenido la calidad, el sabor y las recetas casi intactas desde sus inicios. No sin adentrarse, además, en nuevas tendencias como el panqué de matcha o los pasteles de conejito y Ferrero, pero manteniendo su esencia tradicionalista.

Conquistando nuevas generaciones

La mayoría de los clientes de La Ideal son personas mayores, pero sus hijos regresan a recordar lo que vivían a lado de sus padres. A su vez, ellos les enseñan a sus hijos el amor por el pan. Aun así, la pastelería sabía que había que implementar una estrategia de redes sociales con fotografías llamativas que antojaran a los jóvenes a visitarlos y volverse amantes de sus productos. Poco a poco han ido conquistando las redes, generando un buen impacto en las personas.

La Pastelería Ideal es un punto de reunión para recibir apapachos en forma de pan, y disfrutar del buen trato por parte de todo el personal, mismo que encaja en la cultura familiar de la empresa. Cualquiera de sus sucursales es una visita obligada —aunque es más bella la de 16 de septiembre—, para todos los amantes del pan. Te aseguramos que si vas, saldrás con más de un pan. Si no sabes que pan elegir, aquí te dejamos estos clásicos de la panadería mexicana.

Es muy satisfactorio ver la opinión de la gente y cómo ve la gente la pastelería de tradición, tantos años, de calidad, muy artesanal, muy de la gente