Cinco frutas muy mexicanas
México es un país rico en biodiversidad, los climas y el suelo fértil nos regalan millones de productos al año. Algunos endémicos del país, otros traídos de otro lado, pero bien cultivados. La lista de productos es enorme y algunos hasta Denominación de Origen tienen. Hoy te contaremos de cinco frutas mexicanas que a todos nos encantan.
Por Gaby Vázquez
El irresistible mamey
El mamey es considerado el oro rojo mexicano. Pertenece a la familia de las zapotáceas y llega a medir hasta 20 cm. de largo Es de tono café por fuera, con una cáscara rugosa, y por dentro es rojo con un sabor tan dulce que si se come solo puede considerarse como postre. Se sabe que es originario de Mesoamérica, pero no con exactitud de qué parte, aunque se cree que de Chiapas, Tabasco y Veracruz. La temporada va de marzo a julio y lo encuentras en helados, licuados, paletas o dulces.
El exclusivo capulín
De acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana de Ricardo Muñoz Zurita, los capulines son frutos de diferentes familias, pero muy similares entre sí. En general son frutos redondos de color rojo o negro y el más popular es Prunus serotina, que se da en muchas regiones del país. Su sabor y sus características dependerán de dónde lo consumas, porque en Chiapas le llaman capulín al de Ardisa escalloniodes que se prepara en agua, pero en Michoacán utilizan como capulín al de Prunus serotina. Su temporada va de marzo a junio, a veces puede variar, pero su mes más fuerte es abril. Entre sus propiedades está su gran aporte de antioxidantes y minerales.
Papaya, la más popular
Esta fruta puede considerarse mexicana ya que su cultivo es del sur del país y llega hasta Nicaragua. Es una fruta alargada con piel naranja o amarilla y lisa, su interior va de los mismos colores hasta un tono más rojizo cuando está más madura. Por dentro tiene unas semillas negras que, si pasa demasiado tiempo, comenzarán a germinar. Es una de las frutas favoritas por sus muchos beneficios como el aporte vitamínico B, A y D y el principal es que ayuda a la digestión. La podemos encontrar todo el año, aunque su temporada es de enero a agosto.
Guanábana para el alma
Así se le conoce a los frutos de la familia de las anónaceas. Existen diferentes tipos y el más popular es la anona blanca, a la que llamamos guanábana. Según el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, en México existen 12 especies registradas. La temporada comienza en febrero y termina unos meses más tarde, en agosto. Cuando es la plenitud de la fruta, es fácil encontrarla en agua fresca, paletas o helados por la frescura que aporta. Es rica en vitamina C, B1 y B2, además de potasio y hierro; no por nada es una de nuestras favoritas. Se sabe que es una fruta oriunda del país y de Sudamérica, apreciada por nuestros ancestros y exportada al mundo entero.
Nanche, supernutritivo
Es otro ejemplo de una familia de frutos a la que llamamos por el mismo nombre, como las anteriores. El árbol de donde viene llega a medir 8 metros y da de fruta unas bolitas amarillas con una semilla en su interior. Es fácil de encontrarlo en casi todo el país y más durante su temporada de marzo a junio. En los alrededores de los mercados —de algunas localidades como Cuernavaca, Morelos— se encuentran vendedores exclusivos de esta fruta que complace los paladares hambrientos de algún antojo dulce. Entre sus propiedades están el aporte de fibra y carbohidratos, además de contener vitamina C, K y E y su poder curativo contra el malestar estomacal.
Nuestra gran diversidad en alimentos nos ha permitido ser una de las cuatro cocinas protegidas por la UNESCO y nos sentimos muy orgullosos de ese nombramiento. Poco a poco hemos ido regresando a nuestros orígenes, comprando a productores locales, cuidando la tierra que es quien nos da de comer y respetando más a la naturaleza. Compra las frutas de acuerdo con su estación para evitar que los ciclos se alteren.
¿Cuál de estas frutas muy mexicanas es tu favorita para desayunar? Cuéntanos en @cmexicana.
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